yo le dejé mi corazón, y ella lo rechazó.Muy a menudo, nos sentimos atraídos por una persona, vamos a conocerla, nos cae genial, pasamos días enteros hablando con ella, en la calle, por el ordenador, por teléfono...
Cada día cogemos más confianza con esa persona, cada vez más cariño, más sinceridad, menos avergonzamiento, y sobretodo, más y más nos va gustando.
Llega el día en el que nuestra felicidad y estado de ánimo depende de como haya sido la conversación con esa persona, o simplemente si la ha habido o no, esperamos impacientemente a poder verla, hablar con ella y pasar un rato muy agradable, pero no llega, se retrasa, tiene otra persona a la que querer o simplemente mejores cosas que hacer.
Me creo un patito feo, que se esconde bajo un caparazón, que guardo mi corazón y no creo en el amor, hasta que un día, me toca salir de él, abrir mi corazón hacia esa persona, creo que es la hora, la hora de contar todo lo que sentimos por ella, porque sin ella el mundo se me hace vacío por dentro, porque ya todo me da igual, solo quiero estar a su lado, da igual lo duro que sea el camino y los obstáculos que haya, mientras ese camino me lleve directo hacia su corazón, con la autoestima por las nubes, lo consulto con la almohada y me preparo al día de mañana.
Cuando creemos ya no podemos aguantar nuestros sentimientos por más tiempo guardados bajo llave, decidimos abrirnos, dar nuestro corazón a esa persona, ella lo coge en la mano, fríamente, y lo rechaza, yo, muerto por dentro, con la moral por los suelos y los ojos llorosos, doy media vuelta y me voy por donde vine, habiendo aprendido una lección más de la vida, no toda persona que nos gusta, le gustamos nosotros.





1 comentarios:
Muchas gracias, a mí también me encanta el tuyo, es más, veo que 1090 personas y yo coincidimos :)
Desde ahora te sigo.
Y gracias por seguirme :)
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