La vida pasa sin que nos percatemos de ello. Suena el despertador y toca comenzar un nuevo día, pero, cuando nos vamos a dar cuenta ya es hora de dormir. Nos pasamos el día esperando que sea de noche, la semana esperando que sea viernes, el año esperando que sea verano y la vida esperando ser felices. Pero, igual que ignoramos el paso del día descuidamos que la felicidad la tenemos ante nuestras narices. No hace falta buscarla en el futuro o en olvidar el pasado, se trata de vivir el presente. Siempre hay algo que nos hará mover los músculos de la cara para sonreír, ya sea nuestra familia, un amigo, una novia o el simple hecho de tener una vida digna. Los mínimo detalles son los que te hacen felices pero nos empeñamos en buscar grandes logros para relacionarlo con felicidad. Felicidad es una sonrisa de esa persona tan importante, un te quiero o un simple buenos días. No todo aquello que para los demás es un simple gesto sin más, para nosotros debe serlo.
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