No me importa sufrir y pasar por malos tragos si al final del camino me esperas con los brazos abiertos y tus labios preparados para un beso. Eres la causa de mis sonrisas y mi felicidad. Cobras más importancia con el paso de los minutos, las horas, los días, con cada golpe de reloj. Siento que las ganas de levantarme con buenos ánimos por la mañana son gracias a ti, que me guías en el camino para saber por dónde ir. Si me faltases no sabría que es de mí, mi persona toma mayor sentido junto a ti. Todas las cursiladas y ñoñerías van por y hacia ti, nadie más las recibe, solo tú. Mirarte a los ojos me transmite una profunda felicidad que jamás había conocido. Ahora sí que sí, si te pierdo no seré más así. Mis sentimientos ganan fuerza y soy mejor persona con tu compañía. En cambio, si me faltas seré negativo en todos los sentidos, solo tendré vida porque me late el corazón, pero por dentro estaré muerto, con un único sentimiento de dolor. Llorarte sería lo único que me queda, no veo la salida del túnel, desapareció contigo.
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